A finales del año pasado un grupo de profesores investigadores de diversas universidades públicas del país (entre ellas la UAEH) y de otras universidades de Centroamérica conformamos el Seminario, Futuros de la Educación superior entre México y Centroamérica.
Partimos de un trabajo interinstitucional, interdisciplinario e intergeneracional con un propósito central: un estudio comparativo, pero no de las semejanzas y diferencias entre los sistemas de educación terciaria de las regiones, sino identificar los problemas comunes entre países con quienes compartimos elementos geográficos, culturales e históricos.
Dicho de manera más clara el objetivo del estudio comparativo fue analizar los problemas comunes que comparten las universidades y los sistemas de educación terciaria de países como Honduras, Guatemala, El Salvador, Costa Rica, Nicaragua y Panamá para pensar e imaginar futuros posibles, deseables en el corto y mediano plazo.
Para alcanzar este propósito hemos revisado y discutido diversos documentos base de agencias internacionales de la ONU, la UNESCO, la CEPAL y organismos regionales como la UDUAL. La ONU planteó hace años los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que conformaron la Agenda 2030. El 4 ODS refería a una educación de calidad, equitativa, inclusiva, sin dejar a nadie atrás. Pero, pese a algunas intenciones gubernamentales y avances institucionales, todo parece que no alcanzaremos el 4 ODS en la fecha en que se comprometieron los países participantes. ¿Qué queda por hacer a gobiernos, universidades y actores educativos de la región?
En el caso de la UNESCO, la organización sacó varios documentos a la luz de la tercera Conferencia Mundial de la Educación Superior (CMES), celebrada en España en 2022, en la cual precisamente hizo un llamado a pensar los futuros posibles y deseables y re imaginar la misión de la Universidad. Si bien la tercera CMES tuvo sus críticas en su organización e impacto en gobiernos y universidades (ver el número 94 de la revista Universidades, 2022), bien puede funcionar como hoja de ruta y contrapeso a enfoques mercantilistas de la educación superior.
La UDUAL, por su parte, nos ha mostrado a través de sus diversos números de la revista Universidades, una serie de problemas comunes de los sistemas de educación terciaria en la región de Centroamérica que pueden empezar a señalarse. El número especial 97 de la revista Universidades nos ha mostrado la situación de tres países: Costa Rica, México y Guatemala.
La experiencia de Costa Rica y su universidad pública insignia (La Universidad de Costa Rica), expone un conjunto de políticas públicas que establecen una suerte de cerco normativo, en aras de la eficiencia y la eficacia, pero que acaban limitando los derechos consolidados y la autonomía de las universidades.
Por su parte, la experiencia mexicana muestra las recientes modificaciones a la legislación universitaria para asegurar la gratuidad y obligatoriedad de la educación superior, pero con problemas estructurales de financiamiento. Sumado a ello, los recientes efectos del covid-19. En el caso de Guatemala y el caso de la Universidad de San Carlos, se observa de manera muy reciente el ataque a la autonomía universitaria y el discurso de la corrupción al interior de las universidades como una manera de buscar orden al interior de estas. ¿Problemas comunes con la realidad de la educación superior de nuestro país? Parece que sí.