De acuerdo al primer debate de las elecciones presidenciales, parece que el problema educativo se ha agotado en promesas educativas y los lugares comunes (más becas, más escuelas) con críticas a programas existentes y propuestas de continuidad.
En ese sentido, Mexicanos Primero, asociación civil enfocada en influir en la política educativa, está colocando temas educativos pendientes en la opinión pública y los candidatos presidenciales. El punto de coincidencia entre la acción de Mexicanos Primero con la percepción social es que las políticas educativas requieren salir de los lugares comunes frente a los problemas que se han arrastrado por décadas.
Mexicanos Primero, desde el enfoque del derecho a la educación y desde una investigación educativa basada en la evidencia expone, con datos duros, las condiciones (infraestructura básica y tecnológica) de las escuelas y las condiciones del aprendizaje. Van algunos datos que presenta en su página web oficial y el comunicado (8 de abril del 2024) posterior a las candidaturas presidenciales.
En infraestructura básica, de 200 mil 957 escuelas, “Las escuelas carecen de servicios básicos como luz, agua y sanitarios los que favorecen ambientes propicios de aprendizaje; 26, 463 operan sin luz, 43,358 sin lavamanos y 5,950 sin sanitarios”.
En infraestructura tecnológica, “La mayoría de las escuelas carecen de recursos tecnológicos y conexión a internet: 127, 000 escuelas de preescolar a medio superior (53.7%) que no cuentan con una computadora para propósitos pedagógicos y 168, 163 (70.7%) no tiene conexión a internet”. Y “El Estado invierte un presupuesto mínimo en formación continua de docentes: 96 pesos por docente en 2024”.
En condiciones de aprendizaje “Los estudiantes no han desarrollado los aprendizajes necesarios para aplicar sus conocimientos en situaciones cotidianas: 2 de cada 3 estudiantes de 15 años al concluir la secundaria e ingresar al bachillerato, no pueden usar sus aprendizajes en matemáticas para resolver sus problemas de la vida cotidiana y 1 de cada 2 no puede comprender lo que lee”.
Los datos anteriores nos llevan a pensar diversas preguntas de política educativa. En términos de infraestructura básica y tecnológica de las escuelas de nivel básico ¿cómo estaban las escuelas antes del gobierno de la 4T y cómo se encuentran ahora? Dicho de manera más simple, ¿En el sexenio 2018-2024, hay un mayor número de escuelas con luz, agua y sanitarios que favorecen el aprendizaje?
En términos de aprendizaje de alumnos de educación básica ¿Cómo vamos? ¿Hay datos y conclusiones distintas a la prueba PISA? Finalmente, en el caso de la formación continua docente ¿Qué tanto se refleja la valoración docente? En el siguiente número revisaremos los datos de la SEP y Mejoredu como parte de la evaluación de la política educativa vigente. Ya es tiempo.